viernes, 4 de septiembre de 2009









Esa furia inaccesible, de salir corriendo, de ver el mundo sin pies, anclado en la orilla del viento... Necesito sentarme a la vera del cielo, y ver el mundo bajo mis pies, soñar despierta un mundo tranquilo, pasarla bien. Estar sola, hablar con el tiempo; fumarme el abano de la soledad. Mirarme al espejo y verme invisible, sin marcas que mostrar. Mañana seré feliz, cuando mi cuenta regresiva empiece de cero, y me sienta una entre las demás. Ya no me importa el suelo, las huellas no quedan en el mar, ya no me importa el viento, los recuerdos no se van. Y empesaré de cero, y olvidaré el pasado, para llegar de nuevo a donde estoy, sentada en el suelo, viendo la vida pasar...