lunes, 7 de diciembre de 2009

No es lo mío el amor,

ni la gilada de las noches desveladas,

vagando enamorada, tapando recovecos,

con tu foto en el bolsillo.

Sigo andando voy sin rumbo,

hoy no tengo ganas de llorar,

pero el impuesto de ese sentimiento inerte,

me viene a cobrar,

aquellas noches de luna que terminaron en burlas,

cuando palabras no entraban más.

Y me consuelo pensando,

y me animo rezando,

aunque mi vaga esperanza

se quiera mudar…

Y me quedo sentada,

hablándole al viento,

que abraza sin miedo mis vanas palabras.

Ya ni me miro al espejo,

mi floja inocencia

me invita a pintar una irreal realidad,

que miro desde enfrente,

como un amanecer sonriente de lo que el tiempo dirá…