miércoles, 16 de diciembre de 2009




Un reloj que se para
cuando el alma se ampara
al compás de los sueños,
La partitura del alma,
prófuga de un ayer,
callejero constate, de aquel viejo amanecer…
Una nota guardada,
para esa bohemia,
Que escribe sin señas,
estas palabras,
Buscando vaciarse
de ciertos constantes
que lleva consigo en su ser…